PARQUE NACIONAL QUEULAT

En el corazón de la Patagonia chilena, donde la naturaleza canta su propia melodía, se alza el Parque Nacional Queulat, un santuario de verdor y misterio. Su nombre, heredado de la lengua chona, significa “sonido de cascadas”, y no podría ser más acertado: aquí, el agua danza entre montañas, susurrando historias de tiempos antiguos.

Este paraíso, nacido en 1983, resguarda 154.093 hectáreas de selva valdiviana, donde los árboles se abrazan en un tapiz de musgos y líquenes. En sus alturas, el Ventisquero Colgante desafía la gravedad, un glaciar suspendido en el aire que deja caer su aliento helado en forma de cascadas estruendosas. Sus senderos serpentean entre bosques encantados, donde el coigüe y la lenga custodian el paso de viajeros curiosos.

Aquí, la fauna es esquiva pero fascinante: el pudú, el ciervo más pequeño del mundo, se oculta entre los matorrales, mientras el cisne de cuello negro desliza su silueta sobre lagunas de un verde imposible. Cada rincón del parque es un poema escrito por la tierra, un canto a la vida silvestre que invita a la contemplación y el asombro.

Queulat no es solo un destino; es un viaje al alma de la naturaleza, un recordatorio de que en el silencio del bosque y el estruendo de las cascadas, la vida sigue su curso, eterna y majestuosa.

El ícono del parque: Ventisquero Colgante

La joya del Queulat es su impresionante Ventisquero Colgante, un glaciar suspendido que cuelga de una pared rocosa, formando una cascada que cae más de 200 metros hasta un valle boscoso. Es uno de los paisajes más emblemáticos de Chile.

  • Mirador principal: sendero de 3,3 km ida que lleva a un espectacular mirador frente al glaciar.
  • Duración: 2 a 3 horas ida y vuelta.
  • Dificultad: moderada.
  • Consejo: ir en la mañana para evitar nubes sobre el glaciar.

Ecosistema: Un bosque lluvioso templado único

El parque es parte del Bosque Húmedo Templado Patagónico, uno de los más ricos y menos intervenidos del planeta. Entre la vegetación destacan:

  • Coigües, tepas, canelos
  • Nalcas, helechos gigantes
  • Musgos y líquenes que cubren todo, como una “piel verde” del bosque.

Fauna destacada:

  • Pudú (el ciervo más pequeño del mundo)
  • Chucao (ave símbolo del sur de Chile)
  • Zorro culpeo, huemul, cóndor andino

¿Cómo llegar?

  • Desde Coyhaique: 220 km al norte (unas 5 horas) por la Carretera Austral.
  • Desde Chaitén: 190 km al sur (unas 6 horas).
  • Se accede por el sector Puyuhuapi, en donde hay senderos y un centro de visitantes.

Servicios y alojamiento

  • Campings básicos en el parque y zonas aledañas.
  • Hospedajes y hostales en Puyuhuapi, un encantador pueblo cercano.
  • Algunos sectores cuentan con baños y senderos interpretativos.

Conservación y futuro

El Parque Nacional Queulat forma parte de la Reserva de la Biósfera Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes, una de las zonas más importantes del mundo para la conservación de especies endémicas. Su acceso controlado y los proyectos de reforestación ayudan a proteger este santuario.


¿Por qué visitar Queulat?

Porque es un lugar donde el agua se desploma desde glaciares suspendidos, donde los bosques susurran historias antiguas bajo la lluvia, y donde la naturaleza aún reina salvaje. Visitar Queulat no es solo un viaje, es una conexión con una parte profunda de Chile que merece ser conocida, cuidada y celebrada.

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